La geopolítica de los EEUU en su proyección como potencia imperialista
Guillermo Martín Caviasca[1]
Resumen
Este artículo tiene como objetivo presentar la formación y desarrollo de las teorías geopolíticas y de Relaciones internacionales de los Estado Unidos en el proceso de formación como gran potencia. Abarca especialmente desde fines del siglo XIX hasta terminada la segunda guerra mundial donde maduraron sus concepciones y prácticas. Nos interesa especialmente hacer foco en lo que hace al subcontinente latinoamericano y su abordaje desde la potencia del norte. Desarrollaremos las doctrinas del contraalmirante Alfred Mahan y del analista de inteligencia Nicholas Spykman, que expresan el pensamiento geopolítico norteamericanos maduro.
Palabras clave: Geopolítica – Estados Unidos – Latinoamérica – Imperialismo – Relaciones internacionales
The geopolitics of the US in its projection as an imperialist power
Summary
This article aims to present the formation and development of geopolitical and international relations theories of the United States in the process of formation as a great power. It covers especially from the end of the 19th century until the end of the Second World War, where its conceptions and practices matured. We are especially interested in focusing on what it does to the Latin American subcontinent and its approach from the northern power. We will develop the doctrines of Rear Admiral Alfred Mahan and intelligence analyst Nicholas Spykman, which express mature American geopolitical thinking.
Keywords: Geopolitics – United States – Latin America – Imperialism – International relations
A geopolítica dos EUA na sua projeção como potência imperialista
Resumo
Este artigo tem como objetivo apresentar a formação e o desenvolvimento das teorias geopolíticas e das relações internacionais dos Estados Unidos no processo de formação como grande potência. Abrange especialmente desde o final do século XIX até ao final da Segunda Guerra Mundial, onde amadureceram as suas concepções e práticas. Estamos especialmente interessados em focar no que isso faz ao subcontinente latino-americano e na sua abordagem a partir da potência do Norte. Desenvolveremos as doutrinas do contra-almirante Alfred Mahan e do analista de inteligência Nicholas Spykman, que expressam o pensamento geopolítico americano maduro.
Palavras chave: Geopolítica – Estados Unidos – América Latina – Imperialismo – Relações internacionais
La geopolítica de los EEUU en su proyección como potencia imperialista
En este artículo abordaremos la evolución de las concepciones geopolíticas que orientan a la política exterior de los Estados Unidos a partir de su consolidación territorial y política. Lo haremos desde el marco teórico que nos proporciona el propio estudio de las teorías geopolíticas de los principales pensadores que influyeron en el periodo de formación de los EEUU modernos y apelando al materialismo histórico para su abordaje amplio e interpretación. Por esa misma razón trabajaremos desde una perspectiva en la que haremos un recorrido temporal que nos permita comprender el nacimiento y consolidación en el tiempo; sin desligarnos del marco de una formación social cuya misma estructuración es condición de despliegue de la geopolítica y de las relaciones internacionales intrínsecamente relacionadas. Nuestro objetivo es analizar las doctrinas geopolíticas vigentes desde fines del siglo XIX hasta la segunda guerra mundial, ver los efectos a nivel regional, presentando la proyección y vigencia hasta el presente. Comenzando a partir del despliegue de los EEUU como potencia imperialista en el último cuarto del siglo XIX.
Antecedentes
La consolidación de la formación económico social (FES) norteamericana se concretó a partir del triunfo de “Norte” en la guerra de secesión (1861-1965), en la que se enfrentaron dos formaciones sociales y dos concepciones de desarrollo nacional e inserción internacional[2]. La resolución de este conflicto, la reconstrucción del país y la unificación definitiva de la nación, coincide con el inicio de la era imperialista clásica, con sus características de reparto (en competencia y con enfrentamientos) del mundo entre grandes potencias, la concentración de la producción y las finanzas, y la formación de grandes empresas capitalistas que compiten por mercados e inversiones[3].
El “Destino manifiesto” y “Doctrina Monroe” fueron los dos pilares iniciales de la geopolítica estadounidense, desde sus orígenes. Y ha ido evolucionando y acomodándose a la realidad histórica desde sus primigenias raíces. La ideología[4] del “destino manifiesto” (AAVV, 2023; JOY, 2014), tiene un origen místico religioso en los primeros colonos que llegaron América desde Inglaterra (los míticos colonos que llegaron en el barco Mayflower en el siglo XVII) quienes pertenecían a minorías de sectas, practicantes puritanos, calvinistas, emigrados de la madre patria para construir su comunidad bajo sus reglas, en un periodo de guerra civil y revolución en el que florecieron las ideologías religiosas radicales.
La idea de “predestinación” divina está en esa raíz. Así la política expansiva, o la imposición del tipo de orden, que EEUU propicia, no solo es bueno o el mejor por algún tipo de interés nacional y razonamiento, sino también manifestación de la predestinación calvinista (frente a lo que podría pensarse si seguimos a Max Weber quien reduce la cuestión a la acumulación de capital y al ahorro individual). Esta ideología podría resumirse en la frase “Por la Autoridad Divina o de Dios” (ATEHORTUA CRUZ, pag.27-36). Se expresa en la creencia de que los Estados Unidos es la nación elegida y destinada a expandirse. Primero lo fue desde las costas del Atlántico hasta el Pacífico. Esto se articuló con el mito de “la frontera”. O, más bien, es la forma de ideología propia de los EEUU con que auto legitimó la expansión en las etapas de desarrollo del país. Esto se manifestó ya hacia fines de siglo en la guerra con España (1898) para apoderarse de Puerto Rico e intervenir en Cuba y las islas Filipinas, era una nueva etapa del mundo y de los EEUU, de del “imperialismo”. Y se sigue manifestado en la expansión de los intereses e ideología de los EEUU por el planeta en relación a un “orden mundial” con diversos aditivos, fueran el “Consenso de Washington” o un “Orden basado en reglas”, según la situación geopolítica internacional (CAVIASCA, 2023).
La Doctrina Monroe es la primera decisión clara de política internacional del gobierno de los EEUU ya en el primer cuarto del siglo XIX. Fue la respuesta frente a la “Santa alianza” y la posibilidad de que las potencias europeas, pos napoleónicas, se inmiscuyeran militarmente en el continente. Es necesario reponer algunos datos, en 1812 (en plenas guerras napoleónicas) se desarrolló la llamada “Segunda guerra de independencia “ de los EEUU contra Inglaterra, y desde 1810 hasta 1824[5] fue el periodo de combates militares entre patriotas y realistas en Hispanoamérica.
Vamos brevemente el origen de la Doctrina Monroe. Señalaba George Washington en 1796 una definición sobre las diferencias en la política internacional de los EEUU respecto de Europa
Nuestra situación, apartada y distante, nos invita y nos capacita para seguir una conducta diferente. (…) el día en que podamos asumir una actitud encaminada a la neutralidad, y en que podamos estar siempre resueltos a ser escrupulosamente respetados; el día en que las naciones beligerantes, viéndose incapacitadas para sojuzgarnos, no se aventurarán ligeramente a dirigirnos provocaciones; el día en que podamos elegir la paz o la guerra, como nos lo aconsejan nuestros intereses, guiados por la justicia (…) Nuestra verdadera política nos impone mantenernos alejados de alianzas permanente con cualquier porción del viejo mundo (PEREYRA, 1969)[6]
Esta postura es el origen de uno de los polos en los que pivotea la política internacional de los EEUU, el llamado “aislacionismo”. Que en realidad no es tal en sentido estricto (la política de Donad Trump por ejemplo). Sino es una política internacional basada en la defensa o imposición de los intereses nacionales de EEUU sin buscar compartir o adecuar estos intereses a los de otros países aliados en forma de acuerdos supranacionales. Las alianzas son coyunturales o sostenidas dentro del “realismo” más estricto[7].
Sin embargo, la derrota napoleónica, no implicaba solamente un hecho militar, reacción social o alguna reconfiguración territorial, sino que era consecuencias de la pelea por el orden mundial y orden político nacional. Esto obligaba o alertaba a los EEUU sobre las posibles implicancias para el continente frente a una posible intervención de las potencias europeas en apoyo a España, o por sus propias iniciativas sobre las aún no reconocidas ex colonias hispana. Así en 1823 el presidente Monroe señalaba
A propuesta del Gobierno Imperial Ruso, (…) Una propuesta similar se ha hecho por Su Majestad Imperial al Gobierno de la Gran Bretaña, (…). El Gobierno de los Estados Unidos ha estado deseoso por medio de este amistoso procedimiento (…) la ocasión propicia para afirmar, como un principio que afecta a los derechos e intereses de los Estados Unidos, que los continentes americanos, por la condición de libres e independientes que han adquirido y mantienen, no deben en lo adelante ser considerados como objetos de una colonización futura por ninguna potencia europea (…) Debemos por consiguiente al candor y a las amistosas relaciones existentes entre los Estados Unidos y esas potencias declarar que consideraremos cualquier intento por su parte de extender su sistema a cualquier porción de este hemisferio como peligroso para nuestra paz y seguridad. Con las colonias o dependencias existentes de potencias europeas no hemos interferido y no interferiremos.(OEA, s/f)[8]
En este marco el 16 de agosto de 1923 George Canning enviará al gobierno de los EEUU una propuesta de declaración conjunta en la que se afirma necesario asumir la irreversibilidad de la independencia de las ex colonias españolas, y en consonancia con la doctrina Monroe rechazar cualquier intervención de otras potencias para apropiarse de territorio nuevos. En general la propuesta de Canning va en consonancia con la política británica hacia el impero español, que se dirigía desde hacía décadas no específicamente a la dominación directa por medio de conquista, sino a generar las condiciones de apertura de sus mercados, ya que paralelamente reconoció las independencias formalmente y propició una oleada de toma de deuda e inversiones mineras en los territorios del subcontinente. Es de destacar que estas declaraciones tienen más relación con los grandes países (nos referimos especialmente a control directo de pases independientes), ya que Inglaterra para este mismo periodo conquistará las Islas Malvinas y EEUU negociará con ella no rechazar esta operación por estar en consonancia con sus intereses de propiciar la libertad de sus empresas balleneras en la zona del Atlántico Sur[9].
La era del imperialismo
Así para fines del siglo XIX vemos que Estados Unidos completó su extensión territorial transformándose en una gran estado nación que se extiende de océano a océano[10]. También completó la limpieza étnica sobre los aborígenes, y concretó una gigantesca incorporación de recursos naturales gracias al territorio que había conquistado, transformó (como teorizaría Alfred Mahan) sus fronteras en “costas” similar a una “isla”[11], idea que influye determinantemente en la doctrina del poder naval norteamericana. En este desarrollo territorial incorporó la red fluvial del Mississippi en el centro del país, con comunicaciones en todos los sentidos como vía troncal de integración. Y, con su consolidación política a partir de la guerra civil, la determinación de su modelo de producción y la posible inserción del mismo en el mercado mundial, definió claramente su relación económica y política con las potencias europeas. Construyó grandes líneas férreas que por norte, centro y sur del país cruzaban de este a oeste. La enorme dimensión de la base material del poder norteamericano quedó consolidada, integrada como mercado nacional mirando hacia dentro. Se abría así la etapa de expansión imperialista.
Hasta este periodo la intervención norteamericana manifestada bajo el paragua de la doctrina Monroe y el “Destino Manifiesto”, se justificaba con la idea de protección de los intereses de Estados Unidos en el resto de América, en la protección de sus conciudadanos y sus bienes económicos (por ello su accionar devastando el puerto Soledad en Malvinas), o para la expansión territorial de su Estado sobre los vecinos.
En el último cuarto de siglo se produce un salto cualitativo en el intervencionismo, en paralelo a las primeras iniciativas panamericanas; y en 1894, con la guerra hispanoamericana que le permitió apropiarse de Puerto Rico y ejercer una función semicolonial en Cuba (además de Filipinas y Guam en el Pacífico). Es esta nueva etapa en que surgen las ideas del Contraalmirante Maham, y el “Big stick”[12] (gran garrote) expresión práctica del “corolario” planteado por el presidente Teodoro Roosevelt para la Doctrina Monroe.
Señalaba Roosevelt en 1904:
No es cierto que los Estados Unidos desee territorios o contemple proyectos con respecto a otras naciones del hemisferio occidental excepto los que sean para su bienestar. Todo lo que este país desea es ver a las naciones vecinas estables, en orden y prósperas. Toda nación cuyo pueblo se conduzca bien puede contar con nuestra cordial amistad. Si una nación muestra que sabe cómo actuar con eficiencia y decencia razonables en asuntos sociales y políticos, si mantiene el orden y paga sus obligaciones, no necesita temer la interferencia de los Estados Unidos. Un mal crónico, o una impotencia que resulta en el deterioro general de los lazos de una sociedad civilizada, puede en América, como en otras partes, requerir finalmente la intervención de alguna nación civilizada, y en el hemisferio occidental, la adhesión de los Estados Unidos a la Doctrina Monroe puede forzar a los Estados Unidos, aun sea renuentemente, al ejercicio del poder de policía internacional en casos flagrantes de tal mal crónico o impotencia. (GARCIA SIERRA, 2021)[13]
El mensaje del presidente norteamericano es claro. Es el marco de despliegue concreto de la política internacional de los EEUU en la región, con el cual las doctrinas geopolíticas tendrán efecto efectivo. Al cual se debe agregar la llamada “diplomacia del dólar”, que se adjudica al mandato de William Taft sucesor de Roosevelt en la presidencia, se basaba en la buscaba de la preminencia y control estadounidense sobre Latinoamérica a través del uso de su poder económico superior, con inversiones, concesiones, créditos que aten a esos pases. Es en realidad el complemento del “Corolario” y del “Big Stik”. Constituyeron una integralidad, son dos caras necesarias de la misma política. A partir de este marco podemos ver las doctrinas geopolíticas específicas.
El contraalmirante Mahan y la era del imperialismo
En ese periodo, sobre finales del siglo XIX, Alfred Maham va a sumar a la geopolítica norteamericana, guiada por el “Destino manifiesto” y la “Doctrina Monroe”, los elementos de geopolítica para un país que pretenda proyectar sus intereses como potencia a nivel global en la era imperialista. Podemos calificarlo de “creador” de doctrina y parte de las escuelas geopolíticas de mayor influencia[14].
Alfred Thayer Mahan (1840-1914) participó en la Guerra de Secesión, fue un observador y admirador del modelo británico de expansión imperial, y fue docente en el recién creado Naval War College de Newport. Su más conocido trabajo: La influencia del poder marítimo en la historia (1660-1783) publicado en 1890, es donde da sustento histórico a su tesis, se desarrolla en función del análisis del imperio británico[15]. El segundo trabajo e gran importancia que tomaremos como referencia es El interés de Estados Unidos de América en el poderío marítimo presente publicado en 1897 expone la temática sobre la importancia que debía tener para los Estados Unidos de América el poderío marítimo acorde a su tesis general y a partir de la guerra hispano americana, donde aparecen las pareas concretas a desplegar y se desarrolla la idea de “mediterráneo americano” para el Caribe.
Busca definir los principios del poder naval en una época de transición tecnológica y de sistema mundial, donde se pasa de las velas, al vapor y a los buques blindados, el comercio naval se expande con rapidez y las distancias se acortan (también es la época de los ferrocarriles, el telégrafo, etc). Señalaba el contra almirante en una de sus citas más famosas “Una potencia marítima en primer lugar promueve el comercio sobre las rutas más ventajosas; y una potencia militar siempre sigue al comercio, para ayudarlo a progresar y para protegerlo” (MAHAN, 2012. Pag. 29-31)
Para Mahan los seis factores claves que permitían ser una gran potencia eran: 1) La “posición geográfica”: característica física de estados por naturaleza orientados al mar y sin riesgos terrestres. 2) “Configuración física: Según la forma y tamaño de la costa que tenga el país en cuestión, salida asegurada a mar abierto. 3) “Extensión del territorio”: mss puertos y mejor distribuidos para garantizar el control del mar. 4) “Tamaño de la población”: relacionado con la predisposición de la población a actividades marítimas. 5) “Carácter nacional”. Decisión nacional de hacer del mar un lugar de sus actividades. 6) “Carácter del gobierno”. Con esto Mahan apuntaba que “respecto al poder naval, se han obtenido los mejores resultados cuando ha habido una inteligente dirección por parte de sus gobernantes y estos se han identificado por completo con el espíritu del pueblo” (MAHAN, 1890. Pag. 36-73).
Cuando Mahan presenta su teoría, coincide con el rol del futuro presidente Theodore Roosevelt como Subsecretario de marina. Así vemos que hay una conjunción entre lo que teoriza Mahan, y lo que toma y despliega Roosevelt unos años después (aún en vida de Maham) a principios del siglo XX. Ya que para el Almirante EEUU debía 1) lograr la conversión del Pacífico oriental, el Golfo de México y el Mar Caribe en aguas exclusivas norteamericanas. 2) llevar adelante la toma de islas estratégicas en esas aguas. 3) Construir un canal en el istmo de Centroamérica bajo dominio exclusivo de Estados Unidos.
Roosevelt se transforma en presidente de los Estados Unidos, enuncia el mencionado “Corolario Roosevelt”. En este marco que, a los lineamientos básicos del imperialismo estadounidense fines del XIX y principios del XX, se suman en un lugar central las ideas del apóstol del poder naval, dándole una dimensión geopolítica a la presencia marítima a los Estados Unidos. En esos años, Estados Unidos de Norteamérica se expandió en los océanos. Adquirió el archipiélago de Hawái en el centro de la cuenca del Pacífico. Por medio de la guerra contra España se apoderó como semicolonia (“enmienda Platt” de por medio) de Cuba (y hasta la actualidad de Guantánamo), Puerto Rico y Filipinas. Impulsó la escisión de Panamá y se adueñó de la Zona del Canal, donde construyó el estratégico paso interoceánico de unión entre el Atlántico y el Pacífico. Todos estos hechos de intervención y conquista se encuadran en necesidades prácticas que emanan de la doctrina Maham con su planteo de consolidación “insular” de EEUU (los mares en torno a una “Isla” deben ser resguardados contra cualquier enemigo o competidor). Vemos que en el tercer cuarto del siglo XIX la “Pax británica” estaba llegado a su fin con la aparición de Alemania, Japón y los Estados Unidos de Norteamérica como potencias navales.
A la pregunta a la que respondía Maham es ¿qué rol tendría el poder naval en la dirección futura de los asuntos internacionales? sabía que la historia contenía pistas valiosas que apuntarían hacia una respuesta. Más allá de que su libro La influencia del poder naval… como libro de historia pueda ser deficiente, lo importante del mismo es la visión general de como una serie de grandes potencias a lo largo de la historia establecieron su hegemonía llevando adelante los principios que el sintetiza.
Cuáles eran las principales definiciones del contraalmirante. “Poder Marítimo” es la capacidad de crear, desarrollar, explotar y defender los “Intereses Marítimos” de un país tanto en la paz como en conflicto. Consiste en la facultad que tiene un Estado para usar el mar en su beneficio. Es de destacar que para Maham “poder marítimo” y “poder naval” son complementarios, pero no lo mismo. El poder naval es el militar, resguardo y garante del poder marítimo. El primero en cambio abarca el económico, la industria naval, intereses, vías de comunicación, logística, control de recursos, comercial, etc.
Por eso, para entender mejor es más correcto hablar de “intereses marítimos”, como hizo el Almirante argentino Segundo Storni. Mahan no había definido en un solo concepto sintetizador sus ideas, sino que había mencionado los diferentes componentes del poder naval y marítimo. Storni a principios del siglo XX desarrolló la visión marítima de argentina siguiendo y adaptando las ideas iniciales de Mahan a las características propias (STORNI, 1916)[16]. Para Storni los “intereses marítimos” que serían logística, Marina Mercante Nacional, transporte marítimo y fluvial, terminales marítimos, comercio exterior. Industria y ciencia: flota pesquera e instalaciones de apoyo, buques e infraestructura de investigación científica oceánica, industria naval, establecimientos de exploración explotación de las aguas y fondos marinos. Cultura naval: deportes náuticos, cruceros de turismo, etc. Y, para que esto sea materializable y defendible: poder naval que son las fuerzas militares.
¿Que implican estas ideas respecto al cambio de doctrina naval? Por más de cien años, hasta aproximadamente 1890, la Marina de los Estados Unidos de Norteamérica, actuaba dispersa a lo largo de sus costas por escuadrones o en misiones especiales como las que acompañaban la intervención en las débiles republicas latinoamericanas o el ataque a Malvinas. En tiempo de guerra se acostumbraba a colocar en puertos y bahías, a unidades navales que prevendrían invasiones o ataques del enemigo. Es en una nueva era que desarrolla sus ideas Mahan y que comienza la forma moderna de proyección naval norteamericana.
Para Mahan si una nación deseaba ejercer influencia política en regiones inestables, debía poseer bases convenientemente situadas; y las exigencias del comercio en tiempo de paz dictan a menudo la necesidad de tales posesiones. Mahan estableció que la misión primaria del Poder Naval era mantener libres las líneas de comunicaciones marítimas a la navegación propia, e impedir su utilización por parte del adversario: para ello necesita puntos de apoyo (puertos) y una flota capaz de proyectar poder.
Sostenía que controlar y gobernar la distribución de poder político a través de la tierra, estaba en el pasado (y en esto veremos más adelante cómo desarrolla el tema Nicholas Spykman), fundamentaba que lo central del poder de una nación era la capacidad de los estados de manejar el uso de los océanos y pasos internacionales marítimos por donde se canalizaba el transporte. Si vemos en concreto el imperialismo moderno no es principalmente el control, territorial, sino la penetración económica o “la defensa de los intereses de la nación y sus ciudadanos en cualquier lugar”, así fuera de las posesiones de su entorno inmediato caribeño y pacífico, EEUU no expandió su influencia con colonias de administración directa.
Maham presentó el concepto de “insularidad”, debatiendo contra el común concepto de “continentalismo”. Por insularidad, señaló como la cualidad geográfica de un estado que se encontraba rodeado de mar, y bajo cuya definición entraban Gran Bretaña y Japón, entre algunos pocos ejemplos. Pero agregó al concepto de países insulares a aquellos estados que, ocupando una posición continental con vecinos continentales sumamente débiles o que no representan una amenaza geopolítica[17].
En este sentido se encuentra una cuestión clave en el desarrollo del imperialismo norteamericano: la imperiosa necesidad para los EEUU de conectar los dos océanos y controlar esa conexión. Es decir, Estados Unidos había logrado hacer “desaparecer” sus fronteras terrestres en el sentido de riesgos de seguridad y defensa. La frontera con México al cual ya había derrotado en 1848 era inicua por el diferencial de poder abrumador; y la frontera con Canadá a la que interpretaba como una zona defensiva. La concreción de esta aspiración (necesidad) geopolítica, fue la escisión de Panamá respecto de Colombia, la disputa con otras potencias y la construcción por parte de EEUU del canal, con su zona de ocupación vigente hasta tiempos recientes. Como también la Invasión al país en 1989 para mantener la seguridad del paso interoceánico con un país controlado[18]. Y la guerra con España de 1898, para afirmarse en el Caribe. En este tema Mahan había señalado que Cuba era la isla caribeña que más convenía a los EEUU controlar (en un debate sobre si Jamaica, en esa época colonia británica, o Cuba debían estar en la mira para seguridad nacional de los EEUU en el Caribe)
Para sintetizar, la teoría mahaniana le da una importancia central a lo largo de la historia al control del mar por de las necesidades del tráfico marítimo comercial que mayoritariamente se desarrolla por esta vía. O sea, el control de la logística del comercio mundial de mercancías, puntos geográficos claves, entradas a grandes ríos estrechos puntos de abastecimientos o accesos a zonas productivas de defensa o estratégicas. Y el control absoluto por parte de la marina de EEUU de los mares circundantes y vías de comunicación que permitan hacer de EEUU “una Isla” (como gran Bretaña, su modelo histórico). Podemos afirmar que la influencia de la doctrina Mahan define con total claridad el uso del poder marítimo hasta el día de hoy. Y prácticamente en todos los países se considera como válida la definición de que: “el poder marítimo es la suma de los intereses marítimos de un país, más su poder naval”.
Mahan y la marina de guerra como clave del poder nacional
Sintetizando su pensamiento vemos que se centra sobre tres conceptos geopolíticos (GONZALEZ AZNAR, 2013. Pág. 19). En primer término, el país habría de dotarse de una flota y controlar el entorno cercano; en segundo lugar, debería tener presencia naval en aquellas aguas más alejadas de territorio norteamericano; y, finalmente, dominar los mercados y los puertos de apoyo necesarios para, cerrando el círculo, reforzar por el mar el poder nacional y su economía. Es esencial, pues, en su propuesta la creación escalonada de una flota capaz de actuar a nivel global. Para ello la dimensión de la flota de un país que tenga estos objetivos y en particular la flota de los Estados Unidos debería estar en condiciones de derrotar en forma simultánea a la segunda y a la tercera marina en orden. Eso iba a dar la dimensión de la flota norteamericana. Eso se llamó el "Two Power Standard"[19]
En términos estrictamente militares al objeto de conseguir ese efecto, y en virtud del principio de concentración: poder trasladar sus unidades navales sin problemas desde un océano a otro. Veamos las grandes dificultades que por ese entonces tenía la Rusia Zarista que debía construir tres flotas cuya vinculación era casi imposible[20].
Por ello era imprescindible la capacidad de conexión entre los dos océanos del país continente (de allí la construcción del Canal de Panamá y las acciones necesarias de intervención) y no sólo eso, sino que también, y como elemento clave de su propuesta geopolítica, propugnaba un férreo control sobre el mar Caribe, que calificaba como “el Mediterráneo americano”, en una asimilación al Mare Nostrum romano. “Nuestro objetivo no es controlar a nada ni a nadie; se trata de examinar de manera general las características estratégicas naturales, e incidentalmente, basada en tal examen observar las condiciones políticas de un área marítima en la que Estados Unidos está particularmente interesado” (MAHAN, 2012. Pag. 185).
Y más adelante continua la argumentación con la que fundamenta la necesidad de establecer un férreo control sobre el Mar Caribe y los principales pasos marítimos del entorno de los EEUU.
En términos de habilidad militar, estas vías de acceso se conocen como las comunicaciones. Estas son probablemente el elemento más vital y determinante en la estrategia militar o naval. Literalmente son las más radicales, ya que todas las operaciones militares, así como el fruto de una planta depende de la comunicación con la raíz (…) Es por el efecto potencial sobre estas líneas de comunicación que todas las posiciones en el Golfo o en el Caribe derivan su valor militar, o su deseo de tenerlo (MAHAN, 2012. Pag 195).
También como ya mencionamos señalaba la importancia del Asia-Pacífico, del Golfo de México y el control de Hawái. Como vemos la relación con las acciones de EEUU su flota, sus marines (y sus aventureros semiprivados) del periodo es evidente. Como vemos, inclusive el ancho de sus buques de guerra, están determinados por en ancho del canal. Y no solo esto, sino que en la actualidad los grandes buques de transporte de contenedores (PANAMAX) relacionan su tamaño con el ancho y calado del canal de Panamá.
Entonces vemos que Mahan desarrolló los criterios de un cambio en la Política Naval Norteamericana, para una nueva Estrategia Naval y la conformación de una nueva Fuerza Naval con un nuevo concepto de las “Operaciones en el Mar”. Y esto es importante al relacionarlo con el futuro rol del “Cuerpo de marines” que no abordaremos aquí, pero dejamos señalado. La presencia naval alejada, es decir, en contar con bases a lo largo de todas esas líneas de comunicaciones marítimas por donde pasa el comercio, el dominio de los mercados y de los puertos de apoyo necesarios para ejecutar ese comercio, requeriría de flotas y capacidad de desplegar unidades para acciones en tierra relacionadas con las flotas en forma rápida.
Además, sus ideas impulsaron la evolución de la marina alemana conducida Von Tirpitz. Su libro fue traducido y estudiado por Japón; y recibido en Inglaterra como una referencia. También Italia, Rusia o Francia guiaron el desarrollo de sus intereses marítimos y sus armadas con influencia de las ideas de Mahan. Inclusive el caso argentino es muy claro. Podemos afirmar que las ideas modernas del dominio del mar son de su conceptualización. Así como su consecuencia inmediata: la competencia entre armadas y flotas mercantes, tanto inter imperialista, como en el desarrollo de menor escala de países como Argentina, Brasil y Chile, en el siglo XX.
Y es un ejemplo interesante para destacar en nuestro tiempo como las ideas de Mahan sirven para entender la actual etapa de expansión China a través del planeta. El 80% del comercio mundial se desarrolla por el mar, tema que era central en Mahan, y como vimos la seguridad de las vías de navegación, puntos de apoyo y lugares clave eran el eje de la doctrina., Si vemos la nueva etapa de desarrollo del poder naval chino se basa en: la construcción de una fuerza militar que permita “salir” de su cerco en el mar de la China. O sea, tener capacidad de proyección, no tanto de “invasión” (o sea de proyección de grades ejércitos), pero sí de proyección naval. Esto se articula con la adquisición, o construcción por capitales chinos de puertos a lo largo del globo en sitios de importancia geopolítica (Djibuti) o de transito de materia primas (Montevideo). China construye el “Collar de Perlas” en el Indico[21] (que rodea a India, su adversario geopolítico, e intenta adquirir el puerto de Hamburgo (el estado alemán lo impidió). Como potencia sus grades puertos que hoy se encuentran encabezando el tráfico en las estadísticas del mundo[22]. Allí juega la capacidad de la armada China hacia el futuro, puertos tráfico y flotas pesqueras etc. Lo que, siguiendo al almirante Storni, es la construcción y defensa de los “Intereses marítimos” como claves de la proyección imperial en el mundo.
Así podemos afirmar que ya en su época, Mahan no fue solo un teórico, Estados Unidos aplicó (y aplica) esas ideas en forma decidida en su política exterior. Enlazada con la doctrina de Roosevelt el Poder Naval asume las funciones de policía para establecer formas de gobiernos amigables con EEUU y que proclama su compromiso con la “difusión de la democracia”, los “valores americanos” o la estabilidad de un “sistema de reglas” (propias pero concebidas universales). Además Mahan se aproximó al concepto de “interés nacional” (AAVV, 2010)[23] y al realismo en relaciones internacionales (FOJON LONGA, 2023). Y fue el creador de términos ampliamente difundidos como “Oriente Medio”.
Finalmente vemos que a partir de la Guerra Hispano-estadounidense de 1898 es cuando se consolida en el poder Roosevelt y se consolida la teoría mahaniana. Es el periodo que se multiplican las intervenciones militares que lleva adelante los Estados Unidos hasta antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial. Este periodo histórico es una etapa en sí mismo, que contiene su propia doctrina geopolítica y sus propias características de implementación. Es de destacar que todas las intervenciones militares directas en América se dieron en lo que Mahan había denominado el Mediterráneo americano. A partir de la década de 1940 con el nuevo rol de EEUU en el mundo la geopolítica norteamericana desarrolla nuevas conceptualizaciones, que no niegan a Mahan sino que los integran.
La posguerra y el desarrollo de la geopolítica de los EEUU su continuidad y actualización
El segundo teórico geopolítico que abordaremos en este artículo fue Nicholas Spykman[24]. Así como Mahan sentó las bases de la geopolítica naval moderna, Spykman es una fuente de referencia para los que vinieron después de él, incluidos Henry Kissinger, Brzezinki, Saúl Bernard Cohen. Sus ideas fueron sintetizadas en el libro Los Estados Unidos frente al mundo (SPYKMAN, 1944) donde, partiendo desde la “Doctrina Monroe” y la defensa de los intereses hemisféricos históricos de EEUU, recorre las diferentes regiones del globo, analizando desde el punto de observación norteamericano, los principales hitos y países de cada región. Para luego en la segunda mitad del libro llamada “La pugna por Sudamérica” analizar este continente y presentar su teoría geopolítica específica para la región[25].
Spykman fue un holandés de nacimiento, nacionalizado norteamericano. En la Segunda Guerra Mundial participó como analista de inteligencia en las famosas OSS que era la Oficina de Seguridad Estratégica, en realidad era el servicio secreto que durante la Segunda Guerra Mundial que operaba básicamente contra las potencias del eje, y que además fue el embrión futuro de la constitución de la CIA.
Spykman presentó su teoría en 1942. Cuando los EEUU e Inglaterra preveían un contundente triunfo en la guerra contra el Eje, una “rendición incondicional” que permitiría al país del norte el rediseño del mapa geopolítico mundial. Partía, como señalamos, del “Destino manifiesto” y la “Doctrina Monroe”, pero fundamentalmente de Mahan, su inmediato anterior. Y adscribía en forma clara al realismo[26] en la teoría de las relaciones internacionales, donde el problema del poder en las relaciones interestatales es central. Sostenía que la política exterior de un Estado tenía dos objetivos: la defensa del territorio, y el poder tener la suficiente independencia en materia política, económica y militar.
Sostenía que el ejercicio de ese poder no se lograba a partir de una postura estratégica defensiva, sino exclusivamente con una postura estratégica ofensiva. “Sin fuerza mecánica –capacidad de mover una masa- no puede haber tecnología. Sin poder político – aptitud de mover hombres- la técnica no puede servir a designios de carácter social. Por eso toda la vida civilizada descansa en última instancia sobre el poder” (SPYKMAN, 1944). Al encuadrarse en el Realismo, sostiene que en el campo de fuerzas de las RRII los países poderosos juegan en forma definitoria, y los demás son piezas menores. En ese escenario de agudos conflictos y relaciones de fuerzas contradictorias las potencias deben ser jugadores activos con el riesgo de ser expulsados del juego si optan por la pasividad o aislamiento. El derecho internacional (organizador para el liberalismo/idealismo) es solo una pantalla operativa de acuerdo a la relación de fuerzas existente. El poder nacional es la clave de los estados y la disputa permanente la lógica de movimiento.
Spykman analiza la geopolítica del mundo y luego el espacio separado americano, que es el propio de los EEUU sin competencias. Con respecto al poder mundial, él parte de discutir con Mackinder, veamos brevemente sus ideas.
John Mackinder[27] fue un geógrafo y geopolítico inglés que a principios del siglo XX (es de la misma época que Maham) desarrolló una teoría que fue muy innovadora. Escribió El pívot geográfico de la historia (MACKINDER, 1904) donde presenta el concepto geográfico de “heartland”. Su tesis es expuesta en el año 1904 en la Real Sociedad de Geografía en Londres. Es una alerta al Imperio Británico sobre la constitución de un poder continental que le iba a hacer de oposición a Inglaterra con su poder marítimo[28]. Señala que las Islas Británicas son parte “de Europa, no realmente en Europa”. La preponderancia británica sobre el mundo dependía de su dominio de los mares. “La unidad de los océanos es un simple hecho físico” (MACKINDER 1902)[29]. Mackinder sugirió que la supremacía británica estaba en peligro frente a los vastos poderes continentales dotados de condiciones físico-geográficas permanentes.
Básicamente él lo que dice es que existe una isla mundial, esa isla mundial es el continente euroasiático y África (hasta el desierto), eso constituye una isla en el mundo, la denomina “isla mundial”. Dentro de ella existe una zona que se denomina el “pívot geográfico” de esa isla mundial que es la parte euroasiática de esa isla (iría aproximadamente desde el este de Alemania hacia el pacífico), que tiene el suficiente poder militar y económico como para expandirse y desarrollarse (es el heartland), con la particularidad de que puede ser atacada en todos los sentidos, y también ellos pueden atacar en todos los sentidos. Y en su conclusión dice que quién domine la Europa oriental va a dominar la zona pívot, quien domine la zona pívot va a dominar la isla mundial, y quién domine la isla mundial va a dominar el mundo. Entre sus sugerencias se encontraba la necesidad de Gran Bretaña de mantener un “equilibrio de poder” en Europa continental, que ninguna potencia pudiera ser la dominante ni que hubiera una Europa unida[30].
Señalaba que esa masa euroasíatica era inaccesible por el norte, pero que existía una zona periférica donde estaba el continente europeo, donde está la India y parte de China. Y había un cinturón o insularidad exterior que era el mundo marítimo. Y esa parte exterior eran los océanos, Inglaterra y sus dependencias anglosajonas, Oceanía y América (TOME, 2019).
¿Qué dice Spykman respecto de la teoría? Mackinder piensa en Alemania o en una posible alianza de Alemania y Rusia. Spykman, ve en cambio el avance soviético y la conformación de un bloque bajo su hegemonía que domine Europa oriental. Señala que no comparte lo que induce Mackinder en su modelo, sino que considera que, en realidad, para controlar la zona pívot, (el heartland) Estados Unidos tiene que controlar “el área insular interior": que llama el “el rimland” (SANCHEZ, 2021) o anillo continental. Concepto y definición geográfica clave, que abarca los territorios ubicados en torno a la zona núcleo o pívot. Señalaba que “Quien controla el “rimland” gobierna Eurasia, quien gobierna Eurasia controla los destinos del mundo”. Si Estados Unidos logra controlar el “rimland”, y establece barreras, controla y es dueño de las islas que se encuentran a mitad del pacífico, lo puede hacer junto a Gran Bretaña ya el gran aliado de posguerra, como vemos una teoría anglosajona[31]. Así Estados Unidos debe consolidarse como potencia marítima, bloqueando al “heartland” y seguirá siendo quien ostente la supremacía del mundo.
Si pensamos el “rimland”, desde la década del '50 hasta la actualidad, debemos observar los movimientos que se han producido en el control de la Europa Occidental, que es una región que ahora sí está en tensión y discusión, el control sobre Medio Oriente, la problemática india-Pakistán, y fundamentalmente lo que significó en su momento la problemática del Sudeste Asiático, Vietnam, Corea, Taiwán, etc., etc. Se materializa en hechos como las diferentes alianzas de posguerra como OTAN, SEATO, etc., algunas poco activas, otras más exitosas como OTAN. La distribución de las diferentes flotas de los EEUU en los mares del mundo, algunas reactivadas, potenciadas o con la creación de nuevas estructuras, y lo que hoy lo estamos viendo en la guerra de Ucrania. Todo se encuadra en la lógica geopolítica planteada por los pensadores, creadores de doctrina, que venimos describiendo.
Es decir, vemos en la política norteamericana a nivel escala mundial, cómo responde a la visión de Spykman, se fue instaurando (TOME, 2019)[32]. Los esquemas actuales de AUKUS[33], el QUAD[34], la confrontación con Rusia en Ucrania y China por el indo-pacífico responden a estas líneas maestras. La misma forma podemos pensar como las discusiones al interior de la administración de EEUU en torno a las relaciones China Rusia (dividir Rusia de China) desde la era Kissinger, continúan vigentes. O la preocupación de golpear la orientación económica alemana hacia el este. Y en forma esencial el bloqueo de cualquier presencia “extra continental” en América latina.
La doctrina de Spykman en América latina
Veamos como continúa Spykman respecto de América latina. Como mandato señalaba que “los EEUU mantendrán su hegemonía sobre la basta porción del Nuevo Mundo”, consideraba ventajoso para los latinoamericanos federarse entre ellos en propuestas como la ABC (Argentina, Brasil, Chile) pero además de poco probable, sostenía que esa alianza no podría “contrabalancear el poder del coloso del norte. Solamente mediante influencias extra regionales podría neutralizarse la situación de la hegemonía norteamericana en el Nuevo Mundo. Por ello nuestros vecinos continuarán intentando compensar nuestro poder valiéndose de la amistad con europeos o asiáticos” (DIAZ LOZA, 1983. Pág. 79-99). Spykman analiza a Argentina y Chile de los años cuarenta como pro alemanes en la guerra. Y advierte bajo esta lógica del riesgo que estos países y Brasil, implican para EEUU, que debe impedir que aprovechándose de sus ventajas (económicas, geográficas, humanas) puedan dificultar la hegemonía de EEUU. Las soluciones para estos problemas están en manos de los EEUU mediante la integración política, militar y económica panamericana bajo su dirección, y llevaron a confrontaciones en foros internacionales tanto en los de fines del siglo XIX hasta la segunda guerra mundial, como en la segunda mitad del siglo y en el nuevo milenio en los intentos de crear un ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas). La división entre los latinoamericanos y su integración desigual con EEUU es la política para la región, en algunos casos esto ha avanzado más como en Chile, en otros la capacidad de desafío ha desaparecido como en el caso argentino, Brasil por el contrario mantiene un volumen que aun implica ruidos para la concreción de la unión panamericana.
También vemos que para Spykman los países de América Latina son más “postores” que “jugadores”. Los países latinoamericanos son “postores” en condiciones dictadas por otros, ofertan de recursos que disponen en cantidad, facilidades para el capital extranjero, ubicación estratégica, geográfica o de comunicación. Pero no son “jugadores” con iniciativa propia en el escenario internacional. Esto para el holandés es una premisa, no existe para estos países secundarios otra alternativa, en una posición cercana (o inspiradora del mismo) al “Realismo periférico” (CAVIASCA, 2021. ESCUDE, 1992), intentar otra cosa (ser jugadores) sería perjudicial. Y en la práctica, todas las posiciones y uniones latinoamericanas han sido defensivas. EEUU debe superar esto y absorber a la región. Es base de su interés nacional para que EEUU sea el gran jugador en el mundo. El holandés reconoce que una salida posible para los latinoamericanos sería la unión entre ellos, que si esa unión no se produce serán países débiles. Y esto Spykman lo indica, la balcanización de América Latina funciona como una solución a los posibles problemas latinoamericanos de EEUU, por ello siempre desalentó o saboteó uniones regionales latinoamericanas simétricas e impulsó organizaciones asimetrías interamericanas. Pero inclusive podemos ver que América latina, cada vez que se integra, lo hace para defenderse, pero no se integra para jugar en el contexto internacional, y de alguna manera, cuando veamos desde el Congreso Anfictiónico en Panamá hasta la UNASUR siempre son uniones más bien defensivas y no para jugar en el tablero internacional.
Si vemos los foros internacionales en occidente podremos observar como en la cumbre de OTAN de Madrid del 2022 donde se diseñó la nueva estrategia mundial a partir de la Guerra de Ucrania, y en la reunión de G7 de Davos; en ambas se debate sobre todo el planeta menos sobre América. Eso es porque en occidente se da por sobreentendido de que nuestra región es espacio propio de los EEUU. Aunque es de destacar que fuera de los foros más “globales” donde la presencia norteamericana es determinante, los intereses nacionales, de Inglaterra, Francia u otros países occidentales, juegan en nuestra región con un peso destacado (particularmente Inglaterra en el atlántico sur) tal como Spykman señalaba y que consideraba necesario también neutralizar o funcionalizar.
Dividía la región en seis zonas: la primera zona la denomina la zona amortiguadora del atlántico norte; zona de hielos eternos, no está en condiciones de desarrollar un poder militar lo suficientemente importante. Esto habrá que repensarlo con las discusiones actuales sobre el casquete polar que están en desarrollo, y la posible apertura de vías de navegación a causa del cambio climático, ya el mismo Spykman señalaba que esa zona tenía una gran importancia geoestratégica en función de las comunicaciones, porque permite conexiones en muy corto espacio simultáneamente con Europa y con el Asia.
La segunda zona es la zona continental de América del Norte, donde entra gran parte de Canadá, y centro y norte de los Estados Unidos: “Este es el corazón político, económico y militar del continente, pero no solamente del continente, del hemisferio occidental”. Es una unidad geopolítica, más allá de sus fronteras, y como unidad geopolítica está llamada a procesos de integración. El NAFTA es un fiel reflejo de esta cuestión.
La zona tres, es la que Mahan ya había designado como el “Mediterráneo Americano”. Para Spykman es la zona estratégica de mayor relevancia para los Estados Unidos. Básicamente porque por allí fluye el comercio. norte-sur y sur a norte, y por el canal de Panamá. Ahí existen una serie de pasos entre las islas que controlan el acceso al mar Caribe: el canal De La Mona está entre República Dominicana y Puerto Rico, De los Vientos está entre Cuba y Haití, Barlovento está inmediatamente debajo de Granada, el paso de La Anegada entre Islas Vírgenes y Antigua y Barbuda. Entre la década del '70 y del '80 fluía el tránsito marítimo petrolero más importante para Estados Unidos, y la invasión Grenada[35] puede ser explicada de esta forma con facilidad (aunque siempre hay multiplicidad de causas, debemos intentar ver la fundamental en la coyuntura). Spykman lo que dice es que esto debe estar siempre bajo control norteamericano.
En esta zona los EEUU van a proyectar primordialmente su flota, su poder y sus intervenciones directas. Como en los casos de Colombia y Venezuela actualmente, aunque son países de mayor envergadura que las islas y repúblicas centroamericanas, la intervención norteamericana en ellos es mucho más directa que en el resto de América del Sur.
Es de destacar que el límite del Mediterráneo americano no respeta los límites geográficos naturales de América, sino que lo que hace los limites geopolíticos es el interés norteamericano. Para Spykman el límite de la zona tres es “la zona de amortiguación cuatro” que coincide con el Amazonas; lo que coloca a Venezuela y Colombia como parte del Caribe territorio “propio”: el “Mediterráneo americano” (en realidad no toda Colombia o Venezuela, sino sus partes no amazónicas).
El área cuatro es la que denomina zona amortiguadora del Atlántico Sur. Conformada por la Selva Amazónica que ofrece excelentes comunicaciones este-oeste, pero que no tiene comunicaciones norte-sur[36], y hay que mantenerlo así, porque si no deja de ser una zona de amortiguación. Fue lo que generó roces con la política brasileña durante la dictadura, iniciada por el mariscal Humberto Castelo Branco.[37] Dentro de las idas geopolíticas desarrollistas de estos militares intentaron construir las vías de comunicación norte-sur, pero la presión directa de Estados Unidos buscó poner trabas a la concreción. Spykman le da un alto valor ecológico al Amazonas. Ese valor ecológico es fundamentalmente como una suerte de comodín para presionar a Brasil en cada época que pareciera contradecir el interés norteamericano de que la cuenca del Amazonas continúe como “zona de amortiguación” indistintamente a la naturaleza del régimen político vigente.
El área cinco, que es la correspondiente a la costa occidental de sudamericana, que es una zona de riqueza minera y pesquera. El país importante es Chile, fundamentalmente por su control de los pasos bioceánicos, hasta ese momento hablábamos de Magallanes y Cabo de Hornos, y hoy se ha consolidado. Recordemos que sistematiza sus ideas durante la segunda guerra mundial, y que consideraba a Chile y Argentina países cercanos al eje[38]. Desde ese entonces la posición de ambos países ha cambiado, estando Chile incorporado con buena disposición a la esfera geopolítica de los EEUU mediante acuerdos políticos y económicos de libre comercio.
Es interesante ver cómo Spykman hace la división de esta separación entre la zona occidental y oriental de América del Sur. Bolivia está cortada por la mitad. Si analizamos la historia de Bolivia respecto al problema oriente-occidente vemos que la secesión del Oriente no entra en contradicción con el “mapa geopolítico” que estamos presentando. Lo que importa comprender es que para el planteo geopolítico de Spykman los límites políticos de los estados no son centrales.
Y la última zona del Atlántico Sur a la que consideran la más importante por debajo del Amazonas en razón de la riqueza, número de la población, del desarrollo de su población, porque está en una posición estratégica, que es tan equidistante de Europa como de los Estados Unidos; y porque Pernambuco se introduce en el Atlántico lo que es el talón de Aquiles en la defensa del Atlántico Norte[39]. Esta región la considera el principal desafío.
Finalmente vemos que para Spykman, las relaciones con el centro de poder son irreversibles y no están sujetas a ley alguna, y así debe ser mantenidas. Con lo cual las intervenciones son necesarias y deben continuar si eso afecta a los intereses de Estados Unidos. Esto es lógico en la postura realista y solo se altera con políticas activas que cambien las relaciones de poder.
Apreciaciones finales
Desde los orígenes de la colonización inglesa en la costa este de Norteamérica la idea de “providencia”, una especie de “misión divina”, opera como sustento o justificación que subyace en los planteos de los gobiernos de EEUU y todas sus doctrinas. Eso fue muy claro en la idea de “destino manifiesto” y lo fue también explícitamente en los escritos de Maham. Pero también lo es en nuestra época. No solo guía la acción internacional de EEUU un cálculo “imperialista” o “realista”, sino que subyace y a veces aparece explícitamente la idea de “misión divina” de “providencia” propio de su religión. Ahora encontramos definiciones de lo que es justo para el mundo, como es la idea de “Un orden basado en Reglas” que insistentemente se enuncia desde los dos principales foros mundiales donde la voz de los EEUU es central: la OTAN y el G7[40].
Con Mahan y el “Big stick” de Roosevelt la adecuación de las doctrinas fundacionales a las necesidades de era imperialista se basa en la intervención sistemática y directa para garantizar a los EEUU su proyección y control en sus áreas latinoamericanos consideradas partes de su seguridad interna. Como la proyección sobre los océanos que, según Mahan y su sucesor Spykman, son el territorio clave para garantizar la hegemonía, para la proyección de poder, para la realización del comercio mundial y el control, de sus oponentes estratégicos (neutralizando al “heartland”).
La presencia militar norteamericana moderna en la región se desarrolla a través del Comando Sur ( comando que agrupa todas las armas y agencias federales que operan en la región) cito inicialmente en Panamá y hoy en Florida; la 2da flota[41] cuya área abarca todo el océano atlántico desde el polo norte a la Antártida, desde Europa y África hasta América que dispone de unidades navales de envergadura; y la 4ta flota para enfrenar a posibles enemigos externos que querían proyectarse al continente considerado propio y operar en conjunto con las armadas de Latinoamérica. En la década de 1940 cuando fueron creados estos mandos el enemigo era el eje, después la URSS, el socialismo y la insurgencia, más tarde “nuevas amenazas”, “narcoterroristas” “islámicos” etc. Hoy China, Rusia y las instituciones que de cualquier origen que desafíen el “orden basado en reglas”.
La 4ta flota, es un dato interesante de la nueva época. Fue deshabilitada en 1950 y sus unidades y tareas fueron incorporadas a la segunda flota. Pero el mando de la flota fue rehabilitado en el 2008 (no dispone de buques permanentes, aunque cualquier buque de la USNavy que entre en su jurisdicción quedaría bajo su influencia). Es un área del comando sur destinada a un trabajo político y doctrinal sobre las FFAA del continente, de inteligencia, en sentido amplio, sobre toda la región. Tiene asignados todos los bienes de la armada bajo jurisdicción del comando sur. Fue reactivada frente a la amenaza china y rusa. Señalemos que la amenaza que siente EEUU, tampoco es de buques de guerra chinos, sino en presencia económica y de relaciones diversas (tal como se ve en la proyección de la Ruta de la Seda en América latina, y/o la disputa por el 5G).
Tal como señalaba Maham. El “Poder naval” era solo un aporte de los “intereses marítimos” (a decir de Storni) más amplios, en todos los aspectos comerciales y productivos, de los que el poder naval militar es solo su expresión. Por último, están las “Fuerzas navales del comando sur” que son las unidades que se despliegan para operaciones con el resto de las armadas del continente. O sea, las diferencia entre la segunda y la cuarta flota es que la segunda flota es una fuerza militar que interviene en operaciones más “clásicas”, mientras que la 4ta flota como el Comando sur del que depende, es una fuerza que, en la tónica de la segunda mitad del siglo XX, opera “internamente”, como señalo la comandante del mismo este 2022: sobre “nuestro” territorio.
En realidad, todas estas unidades, mandos, estados mayores, estructuras etc. son herencia de la enorme expansión del poder militar de EEUU desde la segunda guerra mundial. Cuando el país del norte multiplicó su fuerza. Y sus objetivos hoy exceden con mucho lo estrictamente militar clásico, la guerra se extiende a múltiples dominios. Pero las líneas básicas del pensamiento geopolítico y estratégico militar vienen del Contraalmirante Maham y aun de antes. Con Spykman cobra la forma de la guerra fría y, con características que no se analizan en este artículo por exceder el marco temporal, las líneas de tensión geopolíticas actuales. Si vemos las formas de intervención, o de relación, de EEUU en América latina, como se despliegan en cada país, región y época, vemos como las conceptualizaciones aquí presentadas cobran forma de líneas rectoras concretas de acción.
A partir de Spykman, y hasta, aproximadamente 2004, las intervenciones externas de Estados Unidos se materializaron de dos maneras diferentes: las intervenciones militares directas sobre el “Mediterráneo americano”, porque es de absoluta prioridad de los Estados Unidos. Y las que fueron las intervenciones de golpes militares en las políticas de cada uno de los países de Latinoamérica, especialmente en América del Sur, a partir de que se esboza la Doctrina de seguridad nacional. Esa doctrina de seguridad nacional (seguridad nacional externa de los EEUU, interna de los países afectados) fue evolucionando en el tiempo, perdió asidero después de la caída del muro de Berlín, empezaron a haber otro tipo de herramientas, se diseñó una doctrina de “nuevas amenazas”, “seguridad cooperativa” etc. como para seguir estructurando a las Fuerzas Armadas latinoamericanas en funciones acordes a las líneas del panamericanismo de Spykman en el plano de la defensa. Y llegamos a la actualidad, con nuevos tipos de definición doctrinaria, que no niegan los anteriores, sino que los actualizan: Guerras hibridas, guerras de cuarta o quinta generación, espacio y ciberespacio, lawfare, etc.
En conclusión, podemos afirmar que los escenarios internacionales pueden ser interpretados en forma coherente y comprendidos en sus razones a lo largo de la historia a través de doctrinas geopolíticas. Cuya expresión m adura se logra con Alfred Mahan y Nicholas Spykman. Desde estos fundadores la evolución y los nuevos desarrollos son coherentes con las mismas. Lo que muestra su adecuación a la historia y a los intereses de EEUU. Esperamos con este articulo haber hecho una aproximación a este aspecto de la historia cuyo abordaje suele estar poco encarado en los países latinoamericanos y por estudiosos fuera de centros muy especializados.
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[1] Doctor de la Universidad de Buenos Aires en Historia. Docente e investigador. Profesor de grado y posgrado. Universidad de Buenos Aires, Universidad nacional de La Plata, Docente de maestría Universidad nacional de Rosario, Profesor invitado Universidad de la Defensa. Autor de libros y artículos de Historia, Relaciones internacionales y temas militares. Colaborador en diversas publicaciones de análisis contemporáneo. Correo electrónico: guillermo.caviasca@gmail.com
[2] Los estados del sur eran “esclavistas”. Es de destacar que la cuestión del esclavismo implicaba, además de un tema del tipo de mano de obra no capitalista en una economía capitalista, el hecho de que hablamos de una economía primario exportadora, asociada en forma privilegiada con las economías desarrolladas europeas en la provisión de algodón. Por ello es importante entender que con o sin esclavos, el tipo de desarrollo que el sur defendía colocaba a los EEUU en una posición “dependiente” en lo económico de las economías industriales. El norte, impulsaba una economía manufacturera basada en la mano de obra libre. de menores extensiones de propiedad territorial, y con tendencias al proteccionismo económico. Sobre el tema de la evolución de la economía algodonera y su relación con el imperialismo y la industrialización se puede consultar: Sven Beckert El imperio del algodón El rostro oculto de la civilización industrial. (BECKERT, 2014)
[3] Tomamos la definición clásica y sintética de Vladimir Lenin de principios del siglo XX en Imperialismo fase superior del capitalismo, que da cuenta de esta etapa en forma sencilla.
[4] En el sentido de Lenin de “visión del mundo” de “clase” (aquí corregiríamos y diríamos de grupo social, sea el que sea). A diferencia, del sentido “duro” de Marx, para quien era “pantalla de la realidad”, ya que el materialismo histórico no era una ideología sino una ciencia. Para un resumen de esta cuestión se puede consultar Poder, poder popular y hegemonía: hipótesis para el debate. de Guillermo Caviasca (CAVIASCA, 2010)
[5] Aproximamos los años considerados claves, ya que hubo juntas rebeldes antes de 1810 y conflictos con residuos españoles con posterioridad. El proceso de independencia de Brasil (un movimiento que se materializo al interior de la casa Braganza) fue distinto, pero se realizó en el mismo periodo.
[6] Hemos utilizado además de las fuentes y al citado Carlos Pereyra El mito de Monroe; Destinados por la Providencia (AAVV, 2023), Mariana Mastrángelo “Releyendo a Carlos Pereyra y El mito de Monroe” En.: Huellas de los Estados Unidos (MASTRANGELO, 2011).
[7] La política de RRII alternativa seria la “Idealista” que considera el orden mundial supranacional, bajo los valores de los EEUU, impone el rol intervencionista activo del país en sus esferas de influencia sean estas regionales o globales. Ambas tendencias se combinan, en este artículo las presentamos de forma ilustrativa muy sintéticamente como “tipos ideales”
[8] También podemos agregar la respuesta británica, ya que era la principal potencia que en el largo plazo disputaría con EEUU la presencia den el continente “Propuesta de declaración conjunta británico-norteamericana sobre las colonias de España en América”. Dirigida por el ministro Jorge Canning al embajador norteamericano en Londres, Ricardo Rush, el 16 de agosto de 1823. Que se puede encontrar en el Diccionario filosófico https://www.filosofia.org/ave/001/a264.htm
[9] Abordamos este tema en AAVV (2023) Destinados por la providencia Punto de Encuentro/PIA Buenos Aires. Capítulo 7.
[10] Estados Unidos, conquistó las tierras indígenas al oeste de los Apalaches, antes bajo cierta influencia francesas, Adquirió Luisiana a Francia y Florida a España. También Oregón a Inglaterra y mediante una guerra despojó a México de seis estados completos del Oeste y la fracción de otros actuales. Más adelante iba a incorporar Hawái y Puerto Rico en el Mar Caribe mediante la guerra también, y comprar Alaska a Rusia.
[11] Explicaremos más abajo la idea de inexistencia de amenazas al sur en México o al Norte desde Canadá y el ártico
[12] Frase tomada por Roosevelt de un proverbio africano, que supuestamente le fue transmitida por un ayudante de la zona en uno de sus viajes de caza: "habla suavemente y lleva un gran garrote, así llegarás lejos"
[13] El Corolario Roosevelt» a la Doctrina de Monroe es parte del mensaje del Presidente Teodoro Roosevelt al Congreso el 6 de diciembre de 1904.
[14] Cuando hablamos de Escuelas Geopolíticas, tiene que haber en primera instancia, pensadores contemporáneos que por lo menos coincidan en los fines, aunque puedan discutir en los medios, de cómo alcanzar ese fin. Segundo, tiene que haber una continuidad en la línea de tiempo, respecto de ese pensamiento, de esos geopolíticos contemporáneos. Y la tercera es que esas teorías no sean formulaciones académicas sin práctica, sino que lleguen a la aplicación a través de políticas de Estado. Es decir, si esas tres variables se dan, podemos hablar de una Escuela Geopolítica. Un resumen de las principales teorías geopolíticas y los más importantes autores se encuentra en: Florentino Díaz Loza, Geopolítica de la Patria Grande (DIAZ LOZA, 1983)
[15] Desde su cátedra de táctica e historia naval, en el Naval War College de Newport, estudió y analizó los hechos históricos en un amplio período que va desde 1660 hasta sus propios días, lo cual vierte como ya hemos señalado en tres obras que tuvieron gran repercusión en el mundo: “La influencia del Poder Naval en la Historia, 1660-1783”, la cual fue completada y perfeccionada en 1911 al publicar su libro “Estrategia Naval”; “La Influencia del Poder Naval en la Revolución Francesa, 1793- 1812”; y “La Vida de Nelson”.
[16] Aun en un concepto visiblemente controvertido para las condiciones argentinas como el de “Insularidad” es adoptado por Storni. (DIAZ LOZA, 1983. Pág. 79-115)
[17] La clave de la insularidad no es solo ni principalmente defensiva, sino de seguridad que permite actuar en el mundo sin riesgos en el propio país. Por ejemplo, será desarrollada por Brezezinski. En Eurasia, “el gran tablero” de Brezezinski (1998), la posición insular de los Estados Unidos, alejada del escenario, pero vinculada con él por el mar, ofrece una gran ventaja. Los Estados Unidos son la única gran potencia que puede elegir si actúa o no en determinada área del continente clave, precisamente porque está fuera y tiene asegurado el acceso a través del mar.
[18] A partir de los acuerdos Torrijos Carter la zona del canal pasaría a soberanía panameña, con unas cláusulas de reaseguro norteamericano para el uso del canal. La idea de “reaseguro” está clara con la invasión de 1989. A partir de la primera década de este milenio una de los ejercicios periódicos de mayor importancia que despliega la marina de EEUU con las marinas del resto de los países del continente se llaman PANAMAX y tiene como objetivo la “defensa” del canal contra agresiones.
[19] La definición Two Power Estándar fue expresada en el parlamento británicos en 1909. El Capitán Craig señaló en los debates que “para llamar la atención sobre las opiniones divergentes y contradictorias expresadas por varios miembros del Gobierno de Su Majestad sobre el tema de la Defensa Naval”, y presentó formalmente: "Que esta Cámara vería con alarma cualquier modificación del estándar de dos potencias como definida por el Primer Ministro los días 12 y 23 de noviembre de 1908, a saber, una preponderancia del 10 por ciento sobre las fuerzas combinadas en naves capitales de las dos potencias siguientes más poderosas, cualesquiera que sean esas potencias y dondequiera que estén situadas. " https://api.parliament.uk/historic-hansard/commons/1909/may/26/naval-defence-two-power-standard De hecho la cuestiones de equilibrio naval afectaron también la los pases de América latina en ese momento. Como la discusión en torno al equilibrio entre las flotas de Argentina, Brasil y Chile.
[20] Si analizamos lo certero de la doctrina en términos de poder militar naval. Vemos que Rusia dispuso siempre de una gran flota, pero dividida en tres mares incomunicados entre sí (Negro, Báltico y del Japón que además son mares cerrados por estrechos). Esa fue la causa de su derrota en la guerra contra el Japón de 1905. Cosa que sin dudas pesó en el pensamiento naval de entonces hasta la actualidad.
[21] Una serie de puertos que vinculan China con el indico y a través del mar Rojo con el Mediterráneo. A su vez dispone de corredores en Birmania y Paquistán. Se asocia a la ruta dela seda. No debemos dejar de señalar que EEUU y los anglosajones construyen otro “collar” de contención en torno a este. Vernos mas adelante en la doctrina Spykman. https://elordenmundial.com/mapas-y-graficos/china-y-su-collar-de-perlas/?utm_referrer=https%3A%2F%2Fwww.google.com%2F
[22] China no es sólo el hogar del mayor puerto del mundo, sino que también acoge a la mitad del ranking de los 20 puertos más importantes del mundo. https://www.icontainers.com/es/puertos-mas-importantes-del-mundo/ Además de los puertos fuera de China que los capitales chinos controlan unos 95.
[23] El interés nacional, puede definirse de forma genérica, como la defensa y promoción de objetivos naturales y esenciales de un Estado en el área política, económica, social y cultural. El interés nacional esencial, sería garantizar la supervivencia, seguridad del propio Estado y la defensa de su población. Inmediatamente después cabría situar la búsqueda de poder, riqueza y crecimiento económico. En base del realismo en RRII.
[24] Nicholas Spykman (1893-1943) heredero de Mahan y Mackinder. Alertó sobre el poder que adquiriría Alemania si controlaba el Heartland. Y sentó las bases de la geopolítica de EEUU durante la guerra fría hasta la actualidad. (DÍAZ LOZA, 1983)
[25] Decimos “punto de observación” y no “punto de vista” porque Spykman como geopolítico y hombre de inteligencia de los EEUU, mira el mundo desde los EEUU, desde su ubicación geográfica. Porque la “geopolítica” no es una ciencia válida indistintamente en forma genérica (aunque haya algunos parámetros aplicables a todas las visiones) sino que cobra dimensión en su despliegue explícito, es una teoría referida a un país y a los intereses de muy largo pazo del mismo. Se diferencia de la idea de “punto de vista” en que éste es más subjetivo y se relaciona con cuestiones de clase, en como un individuo asume intereses sectoriales. No es que “el punto de vista” no exista en geopolítica, obviamente sí como en todas las ciencias, pero nos interesa destacar en este artículo la cuestión geográfica nacional de la cuestión que discutimos que hace a lo implícito de la disciplina.
[26] Para el Realismo el concepto supremo es el Interés nacional, que no está sujeto a valores morales y se encuentra por arriba de las inclinaciones ideológicas. El realismo clásico asume que el mundo está políticamente organizado por Naciones, y por esto el interés nacional es el elemento clave, y para esto surge el Estado nacional. Toma como un hecho que las Naciones que compiten entre sí y se enfrentan por poder, y todas las políticas exteriores de todas las naciones referencian la supervivencia, y entonces ahí surge el patrón de comportamiento del Estado, para proteger la identidad física, política, y cultural, frente a la amenaza constante de todas las demás naciones. Para el “idealismo” existe en cambio una serie de valores supranacionales, heredados del liberalismo, específicamente de ideas de Adam Smith para el que el intercambio abierto entre “naciones” (y acá la idea naciones se refiere mas a espacios productivos o comerciales geográficamente situados) llevaría a la paz por interdependencia. O a la filosofía de Kant con su idea de “Paz perpetua”; en la práctica el idealismo en relaciones internacionales fue expresado por el presidente Wilson, hacia el final de la primera guerra mundial con el intento de crear organizaciones supranacionales (que dicho sea de paso EEUU mismo decidió no integrar).
[27] Halford John Mackinder (1861 – 1947) Para Mackinder existe un gran continente “la Isla Mundo” dividida en 6 regiones Europa Costera (Oeste y Centro Europa), Asia Costera (India, China, Sudeste Asiático, Corea y Este de Siberia), Arabia (Península Arábica), el Sáhara (Norte de África) el Sud-Centro del Mundo (Sudáfrica) y el más importante el Centro del Mundo o “Heartland” (Eurasia) lo que denominó el Pivote del Mundo. Señalaba que “Quién controle Europa del Este dominará el Pivote del Mundo, quien controle el Pivote del Mundo dominará la Isla Mundo, quien domine la Isla Mundo dominará el mundo”. El pivote geográfico de la Historia. Sugestivo hasta el presente.
[28] Como vemos es un desarrollo contemporáneo al acenso de Alemania como gran potencia. Tanto Maham, como Mackinder, o Haushofer expresan teorías geopolíticas que se asientas en las necesidades nacionales de grandes potencias.
[29] Estos planteos son de su primer libro de 1902 en Britain and the British Seas. (MACKINDER. 1902)
[30] De hecho, la idea fue la que oriento la política británica desde su ascenso como gran potencia, contra España, Prusia, Francia, Rusia, Austria, etc., luego contra Alemania, Francia o Rusia.
[31] Spykman consideraba que Alemania no debía ser eliminada como potencia después de la Segunda Guerra Mundial para poder contrarrestar el poder de Rusia. Ya que estratégicamente, no había diferencia entre Alemania dominando todo el camino hasta los Urales o Rusia controlando todo el camino hasta Alemania. Seguía la doctrina inglesa de equilibrio europeo en la que ninguna potencia debía ser hegemónica y siempre debía haber desunión. Por ello se opuso a la integración europea y argumentó que los intereses estadounidenses favorecían el poder equilibrado en Europa, en lugar del poder integrado. Estados Unidos estaba librando una guerra contra Alemania para evitar la conquista de Europa, y no tendría sentido federalizar o unificar Europa después de una guerra que se había librado para preservar el equilibrio. Acertó que Japón perdería la Guerra del Pacífico, aunque esto era predecible. También por factores geopolíticos señaló que China y Rusia seguirían luchando entre sí, visión que tomó Kissinger. También pronosticó el ascenso de China, convirtiéndose en la potencia dominante en Asia y que EE. UU. asumiría así la responsabilidad de la defensa de Japón. se opuso a la integración europea y argumentó que los intereses estadounidenses favorecían el poder equilibrado en Europa, en lugar del poder integrado. Consideraba a Argentina un aliado de Alemania (junto con Chile) lo que oriento en gran parte las políticas del país del norte en el cono sur.
[32] Y aclara el almirante argentino que más adelante con algunas modificaciones que le hizo Cohen, cobró una forma que podemos llamar definitiva.
[33] AUKUS: Australia, Reino Unido, Estados Unidos, base de una alianza que debe incluir a Nueva Zelanda y extenderse a otros aliados en el pacífico destinada a la contención de China. Dotando a Australia inicialmente de una poderosa fuerza se submarinos estratégica.
[34] QUAD: Dialogo de seguridad cuadrilateral, de Estado Unidos, India, Japón y Australia (de mayor incertidumbre en su solidez dada la posición geopolítica de India.
[35] La invasión a la Isla de Grenada se desarrolló del 25 al 29 de octubre de 1983. La invasión contó con el apoyo de la Organización de Estados del Caribe Oriental (OECS) y el número total de tropas estadounidenses alcanzó unas 8000 y unos 300 de las islas caribeñas. Las fuerzas invasoras encontraron unos 1.500 soldados granadinos y algunos cubanos en su mayoría civiles. La razón aducida fue la militarización de la isla y que podía ser una posible base para la difusión del marxismo y el apoyo logístico a guerrillas de la región.
[36] El interés manifestado en foros internacionales con la cuestión de la ecología por la internacionalización del Amazonas va en sentido de la geopolítica de Spykman
[37] Primer presidente militar de la larga dictadura brasileña entre 1964 y 1964. La geopolítica brasileña de entonces impulsada por un núcleo de militares desarrollistas anticomunistas implicaba una serie de desarrollo de infraestructura para integrar regiones aisladas.
[38] Debemos tener en cuenta que para la posición de los EEUU una política de neutralidad en la región era considerada por eje. Más allá de las simpatías (en parte entendible) de muchos líderes en diferentes países coloniales o semi-coloniales) hacia Alemania, lo cierto es que el análisis británico era distinto al de los EEUU. Para Inglaterra, Argentina, por ejemplo, cumplía sin problemas la función que tenía asignada en la división internacional del trabajo: proveer de alimentos a los aliados. El problema estaba en que el tipo de relación que se deduce de la doctrina de Spykman es de una subordinación geopolítica mucho más estrecha, y eso requería un alineamiento firme con los aliados. Los gobiernos nacionalistas de la región no lo hicieron, y el argentino estuvo al borde de quedar fuera de las instituciones internacionales de posguerra
[39] Con lo cual, esto derivó, durante la Segunda Guerra Mundial, que Estados Unidos ocupara una base en Pernambuco que quiso sostener terminada la Segunda Guerra Mundial y el gobierno de Getulio Vargas se negó. Debieron levantar esa base naval que ya estaba colocada, básicamente por la importancia de la guerra anti-submarina
[40] Ver los documentos y declaraciones de la cumbre de OTAN en Vilna 2023 o Madrid 2022 o del G7 en Davos. Declaraciones que se despliegan en una confrontación geopolítica mundial que se expresa en guerras como la de Ucrania, en disputas como la que plantea China con “Franja y la Ruta”, los movimientos políticos y militares en África, o la conformación de los BRICS. Sin intentar entrar a valorar cada uno de estos temas que no corresponde al artículo. Es claro que se relacionan a ideas y hegemonías mundiales distintas.
[41] Creada para la guerra fría al terminar la segunda guerra mundial. Con ella EEUU encaró las misiones durante la crisis de los misiles de Cuba, o la invasión a Grenada. En el 2005 fue disuelta. Fue rehabilitada en el 2018 ante la amenaza rusa y China
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