Los orígenes de la lucha de clases en la región rioplatense. Raíces coloniales de la conflictividad social durante la guerra de la independencia y la creación de los nuevos Estados Nación
Guillermo
Martín Caviasca
UBA/UNLP
“Yo he conocido esta tierra
En que el paisano vivía
Y su ranchito tenía
Y sus hijos y mujer
Era una delicia ver
Como pasaban los días”
Martín Fierro
La
idea del poblador rural rioplatense, que generalizando se llamó gaucho, siempre
fue la de un hombre solo, de a caballo, luchador épico o vago y mal
entretenido, de acuerdo al cristal que se usara para mirarlo. Quizás el mismo
Martín Fierro de José Hernández fue introducido dentro de esta tesis. El gaucho
bárbaro de Sarmiento fue sin duda la dominante durante muchos años, esencialmente
los primeros del pos rosismo. Pero a partir de que la elite oligárquica se
apropió de su figura hacia principios del siglo XX, cuando ya había sido
política y socialmente derrotado, el modelo cambió presentándolo como arquetipo
de nacionalidad en un pasado en el que se lo redujo a peón sumiso carente de
conflictos e intereses tal como aparece con Leopoldo Lugones. Aunque las
diferentes interpretaciones sobre su estatus social y su rol político siguen
conviviendo de acuerdo a como se pretenda usar al pasado para legitimar algún
presente Sin embargo estas interpretaciones no permiten comprender a la
sociedad antes de la consolidación terrateniente. Pero las primeras estrofas de
nuestro poema nacional nos remiten a una situación diferente a la de peón "libre"
vulgarmente admitida.
José
Hernández fue un militante de la corriente federal alineado como intelectual y
activista junto a Ricardo López Jordán y participó de sus levantamientos contra
el poder central de la nación liberal en vías de consolidación. En ese marco su
texto es una herramienta de combate y propaganda. Conociendo esto es que
debemos leer el poema.
Fue
escrito en la década del 70 del siglo XIX, en el límite final del periodo que
la hitoriografia dominante llama “de organización nacional” La década de
1870/80 marca el fin de los conflictos en torno al modelo de nación, tipo de
Estado, definición de las fronteras y características de integración al mercado
mundial. Con la derrota del las últimas montoneras, la guerra al Paraguay, la
ocupación efectiva y el reaparto entre los terratenientes de las tierras
pobladas por indígenas nómades, la nueva oligarquía nacional se consolida y
nace el Estado argentino moderno con su clase dominante. Pero en el Martín
Fierro en sus primeras estrofas aparece la mención a ese pasado mítico de
felicidad en que el gaucho vivía con rancho propio, con familia y seguramente
con hacienda. Debatir aquí a que época se refiere Hernández no es de nuestra
incumbencia, es indudablemente el periodo anterior a la caída de Juan Manuel de
Rosas. Lo que esta claro para nosotros es que remite a una idea que los
pobladores rurales de la campaña tenían
de un pasado en el que accedían a la
tierra (al menos como posibilidad) y que ésta posibilidad les fue arrebatada.
En
general las escuelas historiográficas no piensan en las clases subalternas como
actoras determinantes de las luchas políticas del siglo XIX. Recién con la
aparición de la clase obrera existiría para el marxismo dominante del siglo XX
una clase completa, con posibilidad histórica, con conciencia e intereses
propios. Esta fue la tesis de Milciades Peña a través de la cual leyó las
luchas del siglo XIX y razón por la cual las consideró solo rémoras de “modos
de producción más atrasados incluso que el oligárquico”. Inclusive fue también
la idea de Rodolfo Puiggros en parte de sus trabajos, ya que para este
intelectual marxista peronista, el enorme salto de las fuerzas productivas
producido a raiz de la peneración inglesa con inversiones en infraestructura y
la expansión de los terratenientes modernos, permitió el origen de la clase
obrera hacia fines del siglo XIX. En la misma dirección gran parte de la
historiografía académica reciente niega la existencia de revolución con la
guerra de la independencia y presenta solo un cambio de manos intraelite que
manipulaban a masas de clientes. Es por
ello que las luchas políticas del periodo son estudiadas y valoradas por esa
corriente como conflictos entre fracciones de las elites. Entrado en siglo XXI
y con la crisis de las ideas del "fin de la historia", con
convulsiones populares en America Latina y el acceso al gobierno de regímenes
que se proclaman (real o mentirosamente) nacionales y populares (hasta
revolucionarios), un nuevo acomodamiento del campo académico permite corrimientos
que hacen que los investigadores revaloricen la accion de las clases
subalternas en los inicios del siglo XIX.Nosotros avanzaremos en planteos que
buscan la base material de la existencia un sujeto popular hacia el fin de la
colonia, y la reposición de las posibilidades revolucionarias a la guerra de la
independencia.