Elementos básicos para la
discusión del Rosismo
Debates con los
compañeros uruguayos
1) No es
cuestión de ser rosistas o antirosistas. No todo es blanco o negro por
desgracia. Indudablemente en la historia Argentina el Estado moderno se creó
sobre el mito antirosista del tirano depuesto. Y como esa república fue
oligárquica, liberal y socia subordinada de Inglaterra entonces fue fácil para
sus primeros impugnadores nacionalistas aristocráticos crear un mito contrario.
La izquierda argentina fue también liberal, tributaria de la ideología
positivista de progreso y nunca, hasta tiempos recientes como los sesentas,
cuestionó las líneas fundantes de la visión hegemónica. Esto último fue así
porque para el marxismo positivista y liberal la penetración imperialista fue
una desgraciada etapa necesaria para superar el atraso y la barbarie local.
2) Rosas era un terrateniente que llegó a ser un poderoso caudillo provincial y alcanzó proyección "nacional" por primera vez desde la independencia (salvando parcialmente el caso de Artigas). Ahora bien no fue simplemente un caudillo que manejaba a su antojo personas y bienes cual un señor feudal, como desde la historiografía tradicional se divulga. Las instituciones republicanas funcionaban (sin dudas bajo su influjo) había elecciones periódicas con sufragio universal masculino, legislatura, justicia que fallaba en pleitos acorde a la ley y la costumbre. No solo eso; los documentos indican que, por ejemplo, en casos de disputa contra gauchos asentados en sus tierras, el mismo Rosas recurría insistentemente a la justicia para que echara a los indeseables y no siempre tenía éxito. Que las elecciones eran amañadas, si sin dudas (quien iba a votar en contra de Rosas a viva voz). Pero eran las elecciones de más participación hasta 1914. Se discutían los candidatos (dentro de los federales) y había posibilidades de ascenso social por fuera de la elite Desde 1852 las clases subalternas no volvieron a votar ni opinar en nada que tuviera que ver con decisiones políticas, y hay doctrina justificatoria sobre la necesidad de privar a las masas de cualquier influjo escrita por los vencedores de Caseros: Alberdi y Sarmiento, lo de la república verdadera y la república posible, o las doctrinas inmigratorias del segundo.
3) Rosas no era un progresista. Amaba el orden, disciplinó a la plebe rural y urbana que eran sus indiscutibles partidarios. Puso orden en el campo, pero estableció un sistema en el cual el gauchaje campesino y los peones tenían ciertos derechos. No se echaba a los pobres de sus tierras así como así, ni se mataba indios como si fueran moscas, los negros eran fanáticos rosistas. No hay que confundir la política de Rosas con los indios con la anterior y posterior, sus escritos son claros, desde joven creía en la posibilidad de subordinarlos o absorverlos (y eliminar a los que no lo aceptaran), por eso se opuso a las campañas de Martín Rodríguez en el 20, sus escritos muestran claramente su pensamiento al respecto y la necesidad de “ganarse” a los indios. No era indigenismo, era palo y zanahoria, pero no era un racista genocida. Mucho de demagogia… si, pero esta demagogia implicaba concesiones. Algunos consideran una especie de feudalismo paternalista, ¿por que no una especie de populismo? Había relaciones asalariadas, mercado rural, los asentamientos campesinos en muchos casos debían trabajar en las estancias a cambio de su permanencia, pero eran propietarios de su hacienda y negociaban con ella. Los Colorados del Monte (la milicia de la campaña) no eran peones dependientes, ni siervos de la gleba armados para la ocasión por su señor, eran una milicia rural institucional cuyos oficiales superiores eran propietarios (pero así era en todos lados conocidos hasta en Europa), pero no necesariamente grandes propietarios.
4) Pero los progresistas que se oponían a Rosas. ¿Representaron un progreso real? ¿O al menos en la visión marxista, un paso doloroso pero necesario para el progreso? allí entramos en un terreno de debate mas pantanoso y dejo abierta la duda o el debate, ya que entramos en el terreno de las hipótesis contra fácticas. En general el marxismo clásico en algunos casos (como Milciades Peña o el mismo Puiggros) admite el heroísmo de la resistencia gaucha, pero no duda en considerarla inviable y defensora de un modo de producción superado. Quizás era necesario terminar con el gauchaje campesino y quitarle los pocos vestigios de participación, más o menos ilusoria, que desde la revolución y hasta el rosismo tuvieron. Quizás era necesario exterminar a los indios en ves de darles la alternativa de integrarse, como peones, soldados o campesinos. Quizás la guerra del Paraguay era necesaria ya que este Estado representaba una alternativa de un orden contrario a las líneas de progreso mundial. Quizás solo el capital ingles podría brindarnos los ferrocarriles, puertos y demás beneficios de la modernidad europea. No lo se, pero me atrevo a dudarlo. Tampoco se si Rosas era solo estancamiento como se plantea desde diferentes escuelas. A pesar de que sin dudas Buenos Aires duplicó su población, producción y explotación de tierras bajo su gobierno. Se multiplicaron los saladeros, y comenzó la exportación de lanas y se beneficiaron las artesanías del interior. Indudablemente Rosas repartía tierras a sus partidarios estancieros, pero también a sus peones y respetaba a los indios amigos (tal es así que el futuro importante cacique Paguithruz fue bautizado con el apellido de Rosas, se llamaría desde ese momento Mariano Rosas, fugado a las tolderías mereció reconocimiento de Rosas y se transformó en un protector de Federales perseguidos luego de la caída de Juan Manuel, un análisis similar podríamos extender al famoso Calfucurá).
5) Ahora bien, y ese es un mérito indudable. Rosas defendió el derecho del proto-estado nacional a definir el conjunto de sus políticas internas y sus relaciones internacionales de igual a igual con cualquier potencia. Venció a las potencias más poderosas de la época y a la reacción interna coaligadas, poniéndose al frente de una coalición en cuya base estaba el pueblo pobre. Y solo fue derrotado cuando parte de los terratenientes e intereses del interior que eran parte de su coalición fueron sobornados por los poderosos intereses comerciales. Por eso San Martin el lego su espada, porque la defensa de la nación contra la agresión extranjera es un principio fundante de todos los demás, no se logra ningún progreso imponiéndolo por armas de potencias cuyo interés es solo el saqueo. Y por eso Rosas lego el sable de San Martin al paraguayo Solano López. A pesar de que nunca reconoció la independencia del Paraguay y seguramente aspiraba la reincorporación de Uruguay a las Provincia Unidas (pero ¿eso es malo, no hubiera sido mejor así?). Rosas se consideraba heredero de los proyectos de la independencia, por eso era antirivadaviano (ojo, las leyes rivadavianas rigieron la vida política de Bs. As. durante su gobierno, por eso el era el “Restaurador de las leyes” las leyes republicanas) y captó para si muchos de los viejos morenistas (Manuel Moreno), sanmartinianos (Tomás Guido) y hasta artiguistas (Manuel Oribe) elaborando la propuesta que llamaba “sistema americano”.
6) Sin embargo Rosas nunca comprendió la naturaleza de la nueva sociedad que alumbraba en el mundo, o mas bien la naturaleza del imperialismo, por eso tenia gran simpatía por Inglaterra y Francia, y sobre todo por la que consideraba "socia" a Inglaterra y se sorprendió y enfureció muchas veces por la oposición de esta a su gobierno. También es cierto que en 1840 aún el imperialismo moderno se estaba formando, pero San Martín, Artigas o Dorrego (por mencionar algunos más cultos) entendían (o intuían) y apreciaban mejor que Rosas algunos elementos del nuevo sistema capitalista. Igual esta claro que, con sus prevenciones (no hay que olvidarlo) Moreno, Bolivar y San Martín tuvieron relaciones y buscaron el apoyo inglés. La política económica de Rosas fue ecléctica, liberal en su primer gobierno (ver la polémica Ferré vs. Roxas y Patrón) proteccionista en el segundo (
7) Por último, es una exageración producto de mitos de los vencedores el reino del terror bajo el rosismo. Se persiguió a los enemigos políticos en tiempos de guerra civil y de intervención extranjera. Pero los enemigos políticos propiciaban la intervención extranjera y realizaba masacres y crímenes cuya dimensión política supera a la del rosismo (asesinato de Quiroga, de Dorrego, pase a degüello sin piedad de los federales rendidos, entrega de la Banda Oriental para deshacerse de Artigas en el, 20 y en el 28 para complacer a Inglaterra, le dieron la espalda a San Martín, etc.). Los federales también ejecutaban los rendidos, si. Rosas hizo de eso un sistema, no tan así, eso es una exageración, el terror fue decretado y tuvo tiempos precisos, Rosas era orden (era “el restaurador de la leyes”). La elite porteña no se bancaba las concesiones simbólicas a la plebe porque eran racistas al estilo europeo de entonces. Y ellos si entendían al nuevo orden que nacía y tenían conciencia de los beneficios para su clase de la asociación subordinada en el nuevo sistema económico mundial como, sin vergüenza, siempre pregonó Mitre.
8) No debemos
negar que existe una apropiación de la figura de Rosas por sectores
conservadores aristocráticos y elitistas. Destacan en esa apropiación el
paternalismo, los valores jerárquicos, el orden. Algo así como un ideal de los
sectores reaccionarios un líder que representaba el pasado feudal con apoyo de
masas. Algo de eso existía en el rosismo, pero la añoranza por parte de Rosas
de la colonia y su orden es otro mito. En Buenos Aires existieron muchos
elementos de un Estado republicano moderno bajo el rosismo. El tema del “orden”
es un factor recurrente después de las guerras de la independencia. Es
transparentemente planteado por Bolívar, San Martín, Monteagudo, para mencionar
a indiscutidos liberales hijos de la revolución burguesa. También por los
liberales oligárquicos. El tema era que orden. La constitución bolivariana
proponía un ejecutivo fuerte (muy fuerte y muy discrecional) es lógico en
ausencia de una clase burguesa solo desde un Estado fuerte se podría haber
planteado una política nacional. La alternativa que finalmente se impuso en
Latinoamérica fueron los intereses locales de las clases terratenientes y
comerciantes asociadas al imperialismo inglés que hicieron del estado una
herramienta de dominación política, opresión social y articulación de sus
intereses económicos.
9) Rosas gobernó
durante un largo periodo pos revolucionario. En el periodo que le toco actuar
el mundo aún se encontraba en transición hacia las formas de capitalismo
modernas, hacia las formas de Estado nación modernos y hacia el imperialismo
descripto por Lenin. Durante sus años, nuestro naciente país era una economía
abrumadoramente rural lo que lo colocaba en una situación de vulnerabilidad
extrema con las potencias industriales nacientes: Inglaterra, Francia, los EEUU.
No podemos hablar de masas obreras capaces de generar una alternativa popular
propia, ni siquiera de una burguesía “progresista” capaz de plantearse la
construcción de un estado nación moderno e independiente. Construir una nación independiente
y moderna en estas condiciones requería de un Estado fuerte y desconfiado de
los poderes extranjeros, que negociara de igual a igual y tuviera un oído en el
rumor de “la plebe”. Por estas solo contamos en esa época con diversas
propuestas políticas emanadas de propietarios rurales, doctores o comerciantes
urbanos. Algunos (muy pocos) fueron más afondo con propuestas que incluían las
reivindicaciones orgánicas de los oprimidos. Otros, de hecho, los tuvieron en
cuanta como única base de poder posible para sostener un proyecto de
independencia nacional o un sistema de gobierno (recordemos que Rosas se
preocupaba que en las elecciones legislativas periódicas hubiera alta
participación). En ese último caso se encuentra Rosas y esta necesidad es la
que llevo a las clases y grupos subalternos a conseguir ciertos beneficios y
posibilidades que perdieron a posteriori. Por eso cuando había levantamientos
antirrosistas, el Restaurados se preocupaba por que el castigo no se extendiera
hacia la peonada que seguía a los estancieros rebeldes.
10) No es ser rosista o antirrosista. Rosas no es el heredero de San Martín, ni de Moreno, ni de Artigas, pero sin dudas fue una salida al caos que amenazada disgregar aún más la unidad de las provincias del sur del continente, y fue una salida que se apoyó en las masas rurales (pero también urbanas), resistió las formas más brutales de penetración extranjera y, aceptó el derecho de los oprimidos como parte de la sociedad. Debemos pensar hacia el pasado elementos de una contracultura que sean bases de una nueva ideología revolucionaria. No podemos hacer de Rosas un nuevo mito ya que sus elementos de paternalismo, la promoción de los valores conservadores de las masas y la célula económica de su sociedad (la estancia) son seriamente problemáticos en el presente y esta mal ocultarlos. Aunque es indudable el apoyo de las clases y grupos subalternos a su sistema. Igualmente la tradición (como conservación de valores) aparece muchas veces como un sentimiento de resistencia contra lo que viene de afuera y, como sabemos, de afuera muchas veces viene el enemigo. Pero hay políticas rescatables, Rescatables sobre todo si dudamos que lo que vino después haya sido el progreso que deseábamos. No podemos extendernos sobre lo que sucedió después de Rosas, sobre los iconos pos rosistas Mitre, Sarmiento, Roca. Sabemos que hay otros personajes en la historia que tienen otros elementos sociales y políticos más interesantes que Rosas como Moreno, Artigas, San Martín, Dorrego, Guemes y también sus flancos débiles. El tema es que Rosas gobernó por más de veinte años y enfrentó con éxito la agresión extranjera por casi 10 años, y eso nos obliga una referencia ineludible.
Guillermo Caviasca
Estas son unas
notas que surgieron a partir de una charla con unos compañero/as uruguayos de
Cine insurgente, que tenían la inquietud despertada por la canción popular que
sigue.
Vieja canción de
un trovador uruguayo muy bueno, que se murió muy joven de origen rural el
hombre por supuesto, llamado Tabaré Etcheverry que dio origen a toda una charla
entre nosotros y buena parte de la charla tenía elementos de los que vos
rescatás aquí en tu escrito.
MAZURCA DE LAS MAZORCAS
En sangre de un unitario
empapé mi chiripá
pa’ teñirlo bien de rojo
y a la Mazorca dentrar.
Soy hombre de Juan Manuel
y por él voy a pelear.
¿Dónde está “Bartolo” Mitre,
que lo quiero degollar…?
Mazurca de la Mazorca
no es mazurca pa’ bailar;
es pa’ que corra la sangre
que es de color federal.
Cuando se mete cuchillo
brota sangre a borbotones;
pa’ eso es bueno andar de rojo,
que no se ven los manchones.
Dicen que rojo es el diablo,
pero a quién van a asustar…
¡Si Mandinga es unitario!
También lo vi’ a degollar.
Mazurca de la Mazorca
no es mazurca pa’ bailar;
es pa’ que corra la sangre
que es de color federal.
Enemigos de la Patria,
vendidos a los de afuera,
van a sentir todo el peso
de la furia mazorquera.
Si encuentro a “Bartolo” Mitre,
ahí nomás la va a pagar;
lo sujeto de la barba
y le resbalo el puñal.
Mazurca de la Mazorca
no es mazurca pa’ bailar;
es pa’ que corra la sangre
que es de color federal.
En sangre de un unitario
empapé mi chiripá
pa’ teñirlo bien de rojo
y a la Mazorca dentrar.
Soy hombre de Juan Manuel
y por él voy a pelear.
¿Dónde está “Bartolo” Mitre,
que lo quiero degollar…?
Mazurca de la Mazorca
no es mazurca pa’ bailar;
es pa’ que corra la sangre
que es de color federal.
Cuando se mete cuchillo
brota sangre a borbotones;
pa’ eso es bueno andar de rojo,
que no se ven los manchones.
Dicen que rojo es el diablo,
pero a quién van a asustar…
¡Si Mandinga es unitario!
También lo vi’ a degollar.
Mazurca de la Mazorca
no es mazurca pa’ bailar;
es pa’ que corra la sangre
que es de color federal.
Enemigos de la Patria,
vendidos a los de afuera,
van a sentir todo el peso
de la furia mazorquera.
Si encuentro a “Bartolo” Mitre,
ahí nomás la va a pagar;
lo sujeto de la barba
y le resbalo el puñal.
Mazurca de la Mazorca
no es mazurca pa’ bailar;
es pa’ que corra la sangre
que es de color federal.
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Nota: Ya por el sueño nomás de Bartolome
Mitre el primero muerto que ofrece la canción, valdría la pena la Santa
Confederación! ja!
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